El Gjallarhorn, «Cuerno resonante», es uno de los tesoros más preciados de los dioses. Heimdall, el centinela siempre vigilante de los dioses, vigila día y noche su fortaleza celestial Asgard con el Gjallarhorn en la mano.
Durante Ragnarok, la batalla final en la que se destruirá el cosmos, los gigantes marcharán sobre Asgard. Cuando Heimdall los vea dirigiéndose al santuario de los dioses, dejará escapar un sonido tan estruendoso desde el Gjallarhorn que se escuchará en todo el cosmos. Entonces todos los dioses, y todos los seres vivos, sabrán que su destino ha llegado.
El Gjallarhorn parece haber sido visto tanto como un cuerno que sopla como también un cuerno para beber, ya que los pasajes en la literatura nórdica antigua describen a Mimir y posiblemente al propio Heimdall bebiendo de él.
Desafortunadamente, la apariencia del Gjallarhorn nunca se describe en las fuentes narrativas, por lo que nos queda adivinar cómo era… Sin embargo, parece seguro que, siendo una de las posesiones más preciadas de los dioses, se supone que estaba más exquisitamente labrado y tallado como el cuerno más fino utilizado entre los humanos.
Los cuernos fueron uno de los instrumentos musicales germánicos más antiguos y están bien atestiguados en el registro arqueológico. Algunos de estos cuernos parecen haber tenido un significado religioso, tal vez como los equivalentes terrenales del mítico Gjallarhorn de Heimdall.
1) Davidson, H.R. Ellis. 1964. Gods and Myths of Northern Europe.
2) Simek, Rudolf. 1993. Dictionary of Northern Mythology. Translated by Angela Hall.
©D.McCoy ©norse-mythology
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