Odin, Ansuz, Fresno, Diamante

Odin-Fresno-Diamante

El Fresno Yggdrasil es el árbol de los nueve mundos, de los nueve espíritus, el árbol de la Sabiduría y de la Elocuencia, porque sus raíces se extienden por todo el Universo.
En el poema celta ‘La Batalla de los Árboles’, el Fresno era uno de los soldados más despiadados:

“Cruel el fresno,
no se desvía la medida de un pie,
golpea directamente en el corazón”.

Tal vez por esta característica de inequívoca infalibilidad es que con su madera se hacían lanzas de puntería certera que jamás erraban el blanco, y también era utilizada para construir tronos reales. También se decía que sus raíces estrangulaban a las raíces de los árboles cercanos hasta matarlos, con lo que quedaba erguido en el llano en absoluta soledad.
Al igual que Odín, era el árbol del poder del viento, “yo soy un viento en las aguas profundas”, que podía flotar por los cielos como penetrar en las profundidades del mar.
Y por esta misma pertenencia del Fresno al dios de los Magos, su poder principal radicaba en la adivinación. Así quedaba expresado en el acertijo celta ‘Dichetal do Chennaib’ –‘Recital de la Punta de los Dedos’-:

“Vara de Fresno, dedo índice,
con el poder de la adivinación
descífrale el enigma;
entrégale la clave.”

“Fresno, dedo del medio,
con el poder de la adivinación,
hábil en el pronóstico, tonto de otro modo,
distribúyelo entre los vientos.”

Pero en algunas ocasiones sucedía que un fuerte viento -¿Odín, tal vez?- arrastraba y hacia volar una semilla de fresno, o era un pájaro -¿Frigga, tal vez?- que la tomaba y luego, dulcemente, la depositaba en algún sitio alejado de la tierra. Cuando esta semilla de fresno crecía sobre otro árbol, o sobre una roca o en la hendidura de una grieta, se lo llama ‘Fresno Volador’. Al no tocar sus raíces la tierra, era considerado un emisario de los dioses y, por lo tanto, un poderoso remedio contra los hechizos de las brujas. Si una persona tenía que transitar alguna noche por un caminaron oscuro donde deambulaban las brujas, se le aconsejaba ir masticando una ramita de fresno volador, que lo preservaba de caer bajo ningún encantamiento.

En cuanto a la piedra que corresponde a este grupo, el Diamante, su propio nombre significa ‘indomable’, y se origina en la característica increíble de su dureza. Esta piedra preciosa de intenso brillo blanco era considerado en la antigüedad como un símbolo de la tenacidad, llevar consigo un diamante era estar protegido contra los enemigos y contra los fantasmas. Los espiritistas solían utilizar un diamante para contactarse con las ánimas de los muertos que vagaban en otras dimensiones.

(© Eli Pstyga 🍎
( © «Manual de Runas» Cap 8)

 

 

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