LOS VAREGOS Y LA RUS DE KIEV

Los varegos (varangios, varengos) eran vikingos suecos que fueron hacia el este y el sur a través de lo que hoy es Rusia, Bielorrusia y Ucrania, en los siglos IX y X. Estos varegos era también conocidos como Rus’ o Rhos.

Dirigidos por Hrörekr (Rúrik, en ruso) y sus hermanos Sineús y Trúvor, se asentaron alrededor de la ciudad de Nóvgorod, Beloozero e Izborsk hacia 860.A la muerte de sus hermanos, Rúrik dominó la región como único caudillo en jefe de varias tribus eslavas y finesas.

Unos 20 años más tarde, su sucesor Oleg fundaría el Rus de Kiev, hacia 880, dándole el nombre al país. El nombre con el que los primeros habitantes, en su mayoría fineses y posteriormente también eslavos, conocían a estos varegos era precisamente los Rus, quizá proveniente de la misma raíz con la que los finlandeses conocen hoy en día a Suecia, Ruotsi.

A partir el tratado comercial en 911 con el Imperio Bizantino en igualdad de condiciones, el gran príncipe de Kiev controló las tierras circundantes a la ciudad, y sus familiares, subordinados a él, gobernaban en otras ciudades del estado y le pagaban tributo. El apogeo de los príncipes de Kiev llegó durante el reinado de Vladímir el Grande, 980-1015, y de Yaroslav el Sabio, 1019-1054.

La Rus de Kiev fue en principio un estado escandinavo, a la manera en que podían ser los estados germánicos en la Galia franca o la Hispania visigoda. Era una élite militar procedente del Báltico que impuso su dominio en las llanuras de Bielorrusia y Ucrania sobre poblaciones de diferente extracción étnica, tribus ugro-finesas y, sobre todo, eslavos orientales.

Solo durante el reinado de Sviatoslav (963-972), un siglo después, los gobernantes de Kiev adoptaron por vez primera las costumbres, la religión y los nombres de sus súbditos y para entonces la Rus de Kiev podía ser considerada un estado eslavo.

Sin embargo, el proceso de aculturación de los varegos en las tierras del Dniéper fue mucho más complejo que el de los germanos en la Romania ya que, casi al mismo tiempo, escandinavos y eslavos se vieron influidos de forma decisiva por la cultura cristiana. La propia madre de Sviatoslav, por ejemplo, la reina Olga, se había convertido ya al cristianismo ortodoxo en Constantinopla hacia 950.

La cristianización de Kiev tuvo lugar durante el reinado de Vladímir a partir del 988. A diferencia de Normandía o las Islas Británicas, donde fue crucial la influencia escandinava, la cultura varega no sobrevivió en el este. Al contrario, las clases dominantes varegas de dos de las ciudades Estado más poderosas, Nóvgorod y Kiev, fueron eslavizadas, aunque el nórdico antiguo se habló en Nóvgorod hasta el siglo XIII y una fuerza mercenaria escandinava, la “guardia varega” continuó prestando sus servicios a los emperadores bizantinos.

Entre los siglos X y XII el estado eslavo-escandinavo de Kiev parece haber sido un auténtico puente cultural entre Bizancio y Centroeuropa.

Sin embargo, la Rus de Kiev no fue capaz de mantener su estatus de potencia próspera y dominante en el este de Europa. Primero, los príncipes varegos se enfrentaron entre sí, formando eventualmente alianzas con grupos externos como los polacos o los magiares. Por otro lado, las cruzadas modificaron a partir del siglo XI las rutas comerciales europeas reconduciéndolas hacia el Mediterráneo y, en concreto, la IV cruzada, a principios del siglo XIII, que concluyó con el saqueo de Constantinopla, aceleró el declive de Kiev. Pero la causa final de su desaparición fueron las continuas incursiones de nómadas túrquicos, sobre todo los cumanos, que ocuparon en el siglo XI el sur de Ucrania y Besarabia y, finalmente, la fulminante aparición de los mongoles en la primera mitad del siglo XIII.

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