NÁBRÓK y NÁBRÓKARSTAFUR

Los “Nábrók”, también conocidos como “necropants” (pantalón de cadáver), eran parte de un ritual para atraer riqueza ilimitada a su poseedor, aunque los requisitos del hechizo eran bastante escabrosos.

Según el ritual, para crear un par de «nábrók«, el hechicero primero debía hacer un pacto con un amigo, declarando que una vez que el amigo hubiera muerto por causas naturales, el hechicero tendría permiso para confeccionar los pantalones con la piel del cadáver. Una vez que hubiera fallecido, debía esperar hasta que fuera enterrado. Recién después, el mago ambicioso debería desenterrar el cadáver y desprenderle la piel desde la cintura hacia abajo, sin agujerearla ni rasgarla, creando así un par de pantalones de piel humana.

Una vez que se hubieran creado los » nábrók «, el taumaturgo debía meterse con sus piernas desnudas dentro de los necropants hechizados. El siguiente acto sería colocar una moneda, previamente robada a una viuda indigente, en el escroto vacío del «nábrók» junto con la marca mágica Nábrókarstafur, escrita en un trozo de pergamino. Y el hechizo comenzaba…

Los pantalones pronto se volverían parte del cuerpo de su portador hechicero, y mientras la moneda original nunca fuera retirada del escroto, atraería dinero ,. por el resto del tiempo.de manera interminable

Cuando el hechicero presentía que estaba llegando al fin de su vida, para garantizar su salvación y la continuidad del hechizo, debía convencer a otro hechicero para que se apropiara de los nábrók. El proceso debía ser cuidadoso ya que el necropants nunca debería permanecer vacío, de modo que el portador debía sacar primero una pierna y el nuevo portador debía meter su pierna en la parte vacía, luego se procedía con la segunda pierna, así ambos hechiceros compartían unos segundos el nábrók que nunca quedaba vacío y eso garantizaba que se mantuviera intacto el hechizo de recolección interminable de dinero por generaciones.